En mi opinión las figuras morales no son particularmente brillantes. Son, de hecho, manipuladas con una increíble frecuencia. Cada vez más marcas están aprovechando del "buzz" que genera el coquetear con la línea entre lo exótico/extravagante/atrevido y lo "inmoral" o socialmente castigado. Las autoridades de lo correcto incorrecto, van como moscas a la miel, a tratar de censurar estas campañas, y una vez que está en proceso de ser censurado TODO EL MUNDO Y SU MAMÁ quiere ver la campaña. Porque también caemos en la premisa de que si está prohibido es porque por lo menos es interesante (premisa que rara vez es errada). Pero si marcas como Axe, como Calvin Klein o Levis deberían ya de darles una parte de las ganancias a los muchos padrecitos o madres persignadas que tratan de boycottearlos.
Una de las marcas que con más frecuencia recurre a esta artimaña es Benneton y sus unidos colores. Desde principios de los 90s (sino es que antes) han consistentemente mostrado imágenes controversiales bajo una bandera de luchar por un mundo mejor. Yendo en contra del racismo, de la pena de muerte, o de los derechos de los homosexuales, Benneton a logrado, si nada más, vender mucha ropa, que a final de cuentas era el objetivo. Pero bueno, recientemente han vuelto a atacar, ahora mostrando a varias figuras del mundo político dándose efusivas muestras de afecto.
En la primera foto tenemos al siempre carismático Barack Obama, futuro expresidente de EUA, probando los carnosos labios latinos del presidente, creo que ya vitalicio, de Venezuela, Hugo Chávez.
El Papa Benedicto, lider de la iglesia católica, con el Iman (inserte aqui nombre arabe), lider de los musulmanes, se pierden el asquito.
Los líderes de ambas Coreas nos demuestran hay más cariño en esa isla del que pensábamos.
La única mujer de la serie, la canciller alemana, Angela Merkel, hace olvidar a Carla Bruni al presidente francés Sarkozy.
Barack Obama le pone el cuerno tanto a Michelle Obama como a Hugo Chávez, con el presidente Chino, Hu Jintao.
La verdad es que las fotos están muy bien logradas y el mensaje de UNHATE me parece excelente. Sin embargo no creo que esto colabore en lo más mínimo a que los que odian a los gays odien a los gays, lo que es más, los que los odian por cuestiones religiosas los van a odiar más cuando vean la foto de Benedicto. Pero más preocupa lo que marcas como está tendrán que hacer en el futuro para impresionar a las cada vez menos impresionables masas. En los 90s bastaba poner a una negra besando a un blanco (o viceverza) hoy necesitamos ver presidentes saboreando salivas ajenas o niños en ropa interior (como hiciera Calvin Klein), pero en 10 años? En 20?
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